APUNTES PARA UN LIBRO

Si tuviera que tomar apuntes para escribir un libro sobre la historia de tu vida anotaría simplemente que cuanto más te miro tanto más unido me siento a ti. Quizá a lograrlo haya contribuido el desdeñar lo que pudo ser y no fue, y aceptar que ya no percibo la vida desde la tristeza que nos deparó el destino, sino desde la felicidad de tenerte aquí.

Escribiría también que ha sido un aprendizaje muy duro, no exento de caídas y recaídas en la tristeza y en la desesperanza. Que cada día ha supuesto un nuevo asalto en la lucha por tu vida, y que es lo cierto que desde tu silencio he recibido la mejor de las ayudas posibles para seguir adelante: tu sonrisa. Porque a pesar de todo nunca has dejado de sonreír.

No me olvidaría de escribir que gracias a ti soy capaz de entender que los combates que se disputan sólo con el deseo de ser ganados suponen un gran sufrimiento cuando llega la derrota, y que contigo he aprendido que las personas nos hacemos más fuertes cuando nace la necesidad de luchar porque hubo voces que, sin conocerte, de antemano nos dijeron que no perdiéramos el tiempo siquiera en intentarlo porque no merecías la pena.

Y no me resistiría a dejarte constancia de mi más sincera gratitud. Porque aunque sé muy bien que no podré pasear contigo llevándote sobre mis hombros, ni resolver tus dudas de gramática, ni conducirte hasta ese altar tantas veces soñado, me has permitido verte sonreír, darte de comer tu papilla con tu cucharita de caucho, cambiarte los pañales y oír que me llamas cuando apago la luz, dejándome sentir que tu corazón sigue latiendo un día más.

Y no sé qué más te podría yo escribir.