CUANDO MI CABEZA DA VUELTAS (III)
Quisiera poder tener siempre una mano tendida; Saber de cuánto tiempo dispongo, e incluso poder ofrecer un alma inteligente a las razones de cada despedida.
Quisiera un mundo girando alrededor de un corazón latente, ese que nada pide, que sólo ofrece y que no sufre con el desdén de quien recibe y olvida... o lo parece.
Quisiera prometer más allá de lo prudente: ser calor en invierno, siendo estufa un beso en la mejilla, abrigo una mano amable, y consuelo mis ojos buscando sus pupilas; Y ser frescor en estío, aire limpio que calma el sudor caliente.
Y pasear de nuevo por las calles de un alma que una vez creyó que nada era imposible.
Playa de Noia, verano de 2006.
1 Comments:
A veces querer es poder...ojalá puedas volver a pasear por las calles de ese alma que no creyo en imposibles...un besote enorme,voy a seguir leyendo y ponerme al día...Veo que tus vacaciones han sido para emplearlas pensando y dando vueltas a las cosas...
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